Puno es un destino increíble. Descubre todo lo que puede hacer en esta ciudad en Y tú qué planes de PROMPERÚ.
La identidad puneña, forjada por el establecimiento de etnias como los puquinas, uros, aimaras y, más tarde, la influencia quechua del imperio incaico y la conquista española, configuran a esta región como un crisol de culturas que, entre las expresiones originarias y la tradición mestiza, tiene innumerables atractivos para el visitante que llegue dispuesto a emprender una ruta rebosante de expresiones coloridas y vestigios históricos en cada rincón.
El primer punto obligado para todo turista son los templos que dan cuenta del gran fervor religioso local. La Catedral de Puno, ubicada en la Plaza de Armas local, ofrece una vista impresionante y es un monumento en el que confluyen cimientos del templo inca Supay Kancha con el estilo barroco español; mientras que el Templo de San Juan Bautista o Santuario de la Virgen de la Candelaria tiene rasgos más propios de la época republicana por su frontis ojival francés y sus aires góticos.
Desde 1700, la capilla alberga a la imagen de la Virgen María de la Candelaria, patrona de Puno, cuya figura inspira a la famosa Festividad Virgen de la Candelaria cada 2 de febrero, siendo la más grande manifestación cultural, musical, dancística y religiosa de nuestro país. Al salir de la ciudad hacia Juli o zona sur, permite gozar de un anticipo de las ruinas milenarias con la visita al extraordinario mural de piedra pre inca de Aramu Muru Willka Uta, cuyos ecos místicos no dejan de fascinar a los amantes de lo esotérico, pudiendo cerrarse el día al disfrutar de la vista del Templo de San Juan de Letrán en Juli, con su peculiar estilo entre lo churrigueresco y lo indígena.
El momento central del viaje se da al arribar al famoso lago Titicaca, cuna del nacimiento del impe rio incaico. Ya dentro del área natural protegida que es la Reserva Nacional del Titicaca, el siguiente destino son las islas flotantes de los Uros Titino, hogar de una comunidad que ha conseguido asentarse sobre un conjunto de islas tejidas con la planta de la totora y donde se desarrolla un interesante modelo de turismo sostenible en el medio rural. La cuota de aventura se da si se opta por llegar a los Uros a bordo de canoas Polinesias (kayak). Después de gozar de la hospitalidad de la población local, la isla Amantaní (la más grande de todo el lago) se revela como un lugar de costumbres muy arraigadas y acogedoras y donde nos aguardan maravillas como los templos ceremoniales Pachatata y Pachamama, construcciones de viviendas como el Incachincana y el cementerio de momias, y se pasa por la isla Taquile, famosa por el arte textil que realizan, una experiencia única en la región. No hay cierre mejor que conocer el Complejo Arqueológico de Sillustani en la comunidad de San Antonio de Umayo, donde se encuentran las chullpas cilíndricas en las que eran enterrados los nobles del milenario reino Qolla.
Lo que nuestro país nos ofrece, es una puerta abierta a experiencias invalorables. Vayamos por ellas.